El impuesto de renta para las empresas y las personas –puntualmente las variaciones en sus tarifas, los descuentos, las excepciones y, por supuesto, las gabelas o exenciones asociadas a su cálculo– suelen ser un asunto de especial atención cuando se tramitan reformas tributarias en Colombia.
Una de las primeras tareas del próximo gobierno será redactar, socializar, llevar al Congreso e impulsar la aprobación de una nueva reforma tributaria. En un escenario como el actual, en el que la prioridad es encontrar nuevas fuentes de ingreso que permitan sobre todo financiar programas sociales, el impuesto de renta será uno de los temas de debate más relevantes.
¿Qué proponen en este tema los candidatos a la Presidencia de la República? ¿Subir? ¿Bajar? ¿Cobrarles más a los que hoy pagan menos? ¿Mantener gabelas y exenciones? Lo analizamos en nuestro informe, titulado Propuestas tributarias de los candidatos presidenciales un año después del Paro Nacional. Allí no solo analizamos el de renta, sino también impuestos como el IVA, aportes a pensiones, rentas laborales, dividendos, ganancias ocasionales, 4 por mil, patrimonio, consumo y hasta timbre.
En esta ocasión queremos concentrarnos en la renta. Comencemos por el impuesto para personas naturales, que actualmente recauda el 1,2 por ciento del PIB, y grava ingresos como las rentas laborales –como los salarios de los empleados y los honorarios que reciben los contratistas–, las pensiones, las rentas no laborales, las rentas de capital –como los ingresos provenientes de arriendo, los dividendos y las ganancias ocasionales.
Se trata, pues de un impuesto que se extiende a prácticamente todos los tipos de ingreso que obtienen las personas naturales. Sin embargo, es importante subrayar que en la actualidad no todas las personas lo pagan, dados sus ingresos. Como recordarán quienes nos leen, la posibilidad de que el pago de impuesto de renta recayera sobre los hombros de personas que se consideran a sí mismas de clase media, fue uno de los detonantes de las movilizaciones ciudadanas en el marco del paro nacional de 2021.
¿Qué dicen, entonces, los candidatos? Según los hallazgos del Observatorio, “ni Gustavo Petro ni Rodolfo Hernández mencionan modificaciones al impuesto de renta que puedan entenderse como cambios a los impuestos que pagan las rentas laborales”.
Por su parte, Federico Gutiérrez plantea que eliminaría exenciones del impuesto de renta. De acuerdo con el Estatuto Tributario, algunas de ellas aplican a las rentas laborales. Las modificaciones, asegura, se harían sin afectar a las personas vulnerables ni a la clase media. Pero, ¿a qué se refiere, por ejemplo, con clase media? Esta no se caracteriza, de modo que no es posible saber quiénes se verían afectados por los eventuales aumentos en el impuesto de renta.
Entre tanto, Sergio Fajardo plantea aumentar el impuesto a la renta de las personas de mayores ingresos. Esta posibilidad podría incluir a personas cuyos ingresos provienen de rentas laborales.
Al analizar en conjunto las propuestas es posible encontrar que los cuatro candidatos que puntean las encuestas se han cuidado de no entrar en terrenos que no se parezcan a los de la reforma tributaria de 2021.
En cuanto al impuesto de renta de las empresas –el cual representa un recaudo de cercano al 5,3 por ciento del PIB– Petro y Fajardo coinciden en proponer una reducción de la tarifa. Dicha reducción se financiaría con la eliminación de beneficios tributarios. En este asunto también coinciden en plantear una revisión de la pertinencia de la normatividad de las zonas francas.
Mientras que Fajardo eliminaría los beneficios al sector hotelero, a la denominada economía naranja y a las mega inversiones, Petro revisaría los beneficios tributarios existentes en la actualidad. No todos serían eliminados: su programa destaca, por ejemplo, la importancia de los beneficios a las energías limpias.
Adicionalmente, Petro subraya la importancia de pasar la tributación de las empresas a las personas naturales. Una movida en este sentido pondría a Colombia en línea con los países de la OCDE.
Ni Hernández ni Gutiérrez mencionan reducciones en la tarifa del impuesto de renta de las empresas. El primero eliminaría impuestos a la adquisición de bienes de capital –aunque no especifica cuáles– y eximiría del impuesto de renta a las empresas nuevas durante sus primeros tres años. Y el segundo mantendría beneficios como los relacionados con inversiones en ciencia, tecnología e innovación empresarial.
Vote de manera informada –basándose en datos, cifras y propuestas puntuales–. Esperamos que los análisis que venimos compartiendo con nuestras audiencias contribuyan a ese propósito.
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