¿Qué han dicho algunos de los candidatos y precandidatos sobre la posibilidad de hacer ajustes al esquema de impuestos en nuestro país? Comenzamos nuestros análisis de las propuestas fiscales y económicas de las y los aspirantes a la Presidencia.
Colombia entró de lleno en modo campaña electoral. La primera parada será 13 de marzo. Ese día, además de elegir el nuevo Congreso de la República, los colombianos podrán votar en las consultas internas en las que varias coaliciones definirán sus candidatos a la Presidencia de la República.
Ese día se podrá pedir el tarjetón de la coalición Centro Esperanza, del Pacto Histórico, o de la coalición Equipo por Colombia. Estas votaciones permitirán depurar un partidor electoral que hoy –con algunas bajas y movidas entre bloques políticos– tiene más de veinte aspirantes a llegar a la jefatura de Estado el próximo 7 de agosto.
Quienes resulten ganadores de las consultas se enfrentarán en primera vuelta a candidatos que ya tienen aval de algún partido o movimiento político, o que decidieron no medirse con otras fuerzas. Esa votación será el 29 de mayo.
Si ninguna de las personas que se presente obtiene al menos la mitad más uno de los votos, habrá segunda vuelta. Esta –que se define por mayoría simple– la disputan los dos candidatos con la mayor votación en la primera vuelta. Todo parece indicar que habrá segunda vuelta, la cual tendría lugar el 19 de junio.
Pero basta de mecánica. ¿Y las propuestas? Es ahí donde nos queremos concentrar –particularmente en las de carácter tributario y de gasto público, que son las que concentran nuestra atención en el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana–.
Actualmente, los candidatos y precandidatos están construyendo sus programas de gobierno, y aterrizando sus propuestas. Tendremos tiempo de conversar con ellos, de hacerles preguntas y, por supuesto, de analizar los documentos que les presenten a los votantes. Esas conversaciones y nuestras impresiones se las compartiremos en este y otros espacios del Observatorio Fiscal.
Pero, como nosotros también estamos en modo campaña, queremos comenzar desde ya nuestro análisis –un análisis que será siempre exhaustivo, realista e imparcial–.
Desde mediados de 2021 venimos siguiendo entrevistas, publicaciones y pronunciamientos de candidatos y precandidatos. Más recientemente hemos hecho lo propio con los debates. Estos serán por ahora nuestros insumos de análisis.
En esta ocasión queremos comenzar por un tema que interesa a todas las personas: la posibilidad de que el próximo gobierno haga una nueva reforma tributaria. La posibilidad –y la necesidad– de una reforma tributaria progresiva es algo que venimos advirtiendo desde la academia. Dos factores han profundizado esta urgencia: la emergencia provocada por la pandemia, y las consecuencias derivadas de reformas tributarias que, como la de 2019, introdujeron una serie de gabelas a los grandes capitales y terminaron por abrir un boquete en las finanzas públicas.
Entonces, ¿qué piensan algunos candidatos y precandidatos sobre el asunto?
Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático ha sostenido que “los gastos de funcionamiento se han excedido enormemente” y que no se trata de subir más, sino de “saber administrar”. El énfasis estaría, pues, en una “gran cultura de la austeridad y el ahorro”.
En palabras de la senadora María del Rosario Guerra, los ejes de la propuesta de reforma tributaria que Zuluaga le plantea al país son: minimizar gastos de funcionamiento; profesionalizar y transformar digitalmente la DIAN para reducir evasión y contrabando; reducir tarifas para empresas; y acabar el 4 x 1000.
Habrá que conocer la propuesta a profundidad. ¿Qué gastos de funcionamiento se recortarían? ¿En qué sectores del Estado se plantearía el ahorro? El actual gobierno implementó en 2020 y 2021 iniciativas de austeridad que tocaron aspectos operativos; adicionalmente, la reforma tributaria de 2021 introdujo planes adicionales para bajar el gasto. El ahorro se calculó en cifras cercanas a los 3 billones de pesos –una cifra nada despreciable, pero pequeña en el contexto de las cuentas públicas del Estado colombiano.
Por su parte, la transformación digital de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales –un proceso positivo– demanda también cambios en la forma en que se recaudan impuesto, pero también en qué impuestos se van a cobrar. Importa el cómo, pero sobre todo el qué. Este es un tema que hemos abordado en nuestras publicaciones sobre beneficios tributarios.
El tema de reducción de tarifas a las empresas demanda una mirada profunda. Ahí es necesario conocer qué tipo de beneficios se proponen y, por supuesto, a qué tipo de empresas se aplicarían. ¿Se trataría de beneficios a los grandes capitales, como lo ha hecho el actual gobierno? ¿Qué sectores de la población asumirían la carga tributaria que se les retire a las empresas?
Por último, la propuesta de acabar con el 4 x 1.000 –un tema que llegó incluso a plantearse en el Congreso en 2021– plantea complejidades respecto a su implementación. Por ejemplo, ¿cómo se reemplazaría el actual recaudo por cuenta de ese impuesto? Y, aún más allá de esto, ¿es el 4 x 1.000 un impuesto que –dadas las excepciones que contempla– realmente golpea a las personas que menos dinero ganan? Este tema también lo analizamos en noviembre pasado.
Pasemos ahora a lo que al respecto ha planteado el senador Gustavo Petro, quien muy seguramente ganará la candidatura del Pacto Histórico. En un eventual gobierno suyo habrá reforma tributaria.
¿En qué términos se daría? "Sí va a haber una reforma tributaria y lo primero que haremos será derogar la reforma tributaria del 2019", detalló en el debate llevado a cabo por el periódico El Tiempo y revista Semana hace dos semanas.
"Lo primero que haremos será derogar la reforma tributaria del 2019. Lo segundo, elevar el impuesto a dividendos, igual en las mismas escalas del impuesto de renta. En tercer lugar, se crea la renta presuntiva para fortunas en paraísos fiscales", explicó el senador Petro al respecto.
Los detalles de esta eventual reforma tributaria también están pendientes de conocerse. Las aproximaciones más puntuales al tema las entregó el año pasado, cuando planteó una reforma que implicaría solamente a 4.000 personas, con una expectativa de recaudo de 40 billones de pesos. Esta propuesta, como lo explicamos en este informe, no sería factible en la práctica.
En cualquier caso –y, de nuevo, a falta de conocer propuestas detalladas y con desglose técnico– la idea parece ser un incremento de impuestos al capital.
“Para lograr un país más justo, con menos desigualdad, tienes que (…) aumentarle impuestos a la parte más rica, pero no en lo que producen (…) –porque la producción es lo que genera la riqueza–, sino en la actividad que no produce (…) Ese tipo de actividad improductiva debe ser gravada en una mayor proporción que lo que le están haciendo al trabajador en su salario”, dijo recientemente el senador Petro.
Por su parte, Alejandro Gaviria, precandidato de la coalición Centro Esperanza, dijo que su deseo es “generar 1,5 millones de empleos con base en un programa de formación para el trabajo audaz, único en la historia reciente de Colombia”, algo que –añadió– “requiere aumentar impuestos, hacer una reforma tributaria".
Ha sostenido el precandidato que “la economía colombiana no funciona bien, es anti joven, anti mujer y anti empleo”, lo cual plantea la necesidad de “un programa sin precedentes enfocado en los jóvenes”, algo que subraya la necesidad de una nueva reforma tributaria. Sin embargo, los detalles de esta reforma –es decir, qué impuestos se tocarían, dónde se pondría énfasis y qué sectores de la población serían los más tocados– no se conocen todavía.
A su juicio, quienes dicen “que no van a hacer reforma tributaria porque van a combatir la corrupción están haciendo demagogia".
Es posible que Gaviria se estuviese refiriendo a Rodolfo Hernández, quien aspirará por un movimiento denominado Liga Anticorrupción. El exalcalde de Bucaramanga ha sostenido que "la mejor reforma tributaria” es “acabar con los ladrones que están incrustados en los más altos cargos del Gobierno” y que “esa es la manera de luchar contra la corrupción".
¿Qué información se tiene sobre los “ladrones” que estarían “incrustados en los más altos cargos”? ¿Qué implica “acabarlos”? Y, remitiéndonos al tema que nos ocupa, ¿cuál es el recaudo esperado? ¿Cómo se obtendría? Hernández no lo ha explicado todavía en detalle.
Aunque ha dicho que no hará una reforma tributaria, Hernández ha asegurado que bajará el IVA al 10 por ciento (algo que se podría hacer mediante una reforma tributaria). Esperamos conocer más en detalle la propuesta para reemplazar el recaudo por cuenta de este impuesto. Esta es una promesa que ha ratificado su movimiento político.
Comenzamos así nuestros análisis sobre las propuestas de quienes aspiran a llegar a la Presidencia en agosto próximo. En los próximos días les contaremos cómo pueden ayudarnos a hacer este seguimiento con el que queremos contribuir a que la ciudadanía vote basada en datos, cifras y hechos.
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