Ejecución del Presupuesto 2024: inversión en crisis y rezago en aumento

El Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024 fue aprobado por $502,6 billones, de los cuales $308,2 billones correspondían a funcionamiento, $94,5 billones a deuda y $99,9 billones a inversión. Sin embargo, la caída del recaudo tributario llevó al Gobierno a reducir el gasto en $28,4 billones, lo que ya anticipaba un escenario fiscal complicado. 

Considerando el efecto del ajuste, la apropiación vigente del presupuesto del año anterior fue de $475,2 billones de los cuales $290,2 corresponden a gastos de funcionamiento, $94,4 al servicio de la deuda y $90,6 a inversión. En esta entrada compartimos los principales resultados de la ejecución presupuestal 2024. 

Antes que nada, es necesario recordar que una vez un gobierno sabe con cuánto dinero cuenta para un año determinado (apropiación vigente), empieza el proceso de ejecución en el cual se asignan recursos para el cumplimiento de cada tarea del estado (compromisos), se reciben los bienes y servicios estipulados en cada compromiso (obligación) y posteriormente se realiza el pago (pagos).  

En ese orden de ideas, cuando el recurso público se encuentra obligado se considera que está en la etapa más aproximada a la “ejecución” del gasto debido a que es equivalente a los bienes recibidos, servicios prestados y demás obligaciones exigibles que se hayan pactado en desarrollo de las normas presupuestales y de contratación pública. 

Figura 1. Ejecución presupuestal acumulada a diciembre de 2024

La Figura 1 muestra que la ejecución del presupuesto cerró en 83%, pero sin contar la deuda pública, el porcentaje se redujo al 81,9%, el nivel más bajo en 25 años y 7,5 puntos porcentuales por debajo del promedio histórico. La inversión fue la más afectada, pues de los $90,6 billones presupuestados, solo se ejecutaron $51,6 billones (57%), lo que la ubica 20pp por debajo del promedio histórico. 

Figura 2. Top 5 de mejor y peor ejecución presupuestal acumulada a diciembre de 2024 por sector

La Figura 2 muestra que, sectorialmente, la ejecución presentó grandes contrastes. Educación (96,4%), Salud y Protección Social (94%) y Fiscalía (93%) registraron los mayores niveles de ejecución. En cambio, Presidencia (27,7%), Transporte (48,1%) y Agricultura y Desarrollo Rural (38,6%) quedaron rezagados, lo que pone en riesgo la implementación de políticas clave en estos sectores. 

Ahora bien, el año fiscal comienza el 1 de enero y termina el 31 de diciembre de cada año. Así, el PGN solo puede abarcar este horizonte de tiempo. Luego del 31 de diciembre no se pueden asumir compromisos con cargo a los recursos del año que cierra, y los saldos que no hayan sido comprometidos caducan sin excepción.  

Esto quiere decir que, con corte de 31 de diciembre, los recursos que se hayan alcanzado a comprometer, pero no se hayan obligado constituyen las reservas presupuestales. Por su parte, los recursos que se obligaron, pero que no se han pagado se convierten en cuentas por pagar. La suma de estos elementos se conoce como rezago presupuestal o deuda flotante del gobierno, y, en la práctica, son recursos de la vigencia fiscal anterior que se ejecutarán durante la vigencia actual. Este es otro punto crítico de las cifras presentadas por el gobierno. 

Figura 3. Rezagos presupuestales 2020 - 2024

La Figura 3 muestra punto crítico es el rezago presupuestal del presupuesto 2024, que alcanzó los $63,4 billones, casi el doble del año anterior. Este comportamiento genera una presión adicional sobre el presupuesto de 2025, pues estos recursos deberán ejecutarse en la actual vigencia fiscal compitiendo con la caja para las apropiaciones de este año. Además, la ejecución del rezago de 2023 solo llegó al 75,1%, muy por debajo del 97% de los años anteriores, lo que indica problemas estructurales en la gestión del gasto. 

Con una ejecución históricamente baja y un rezago creciente, el Gobierno enfrenta un desafío fiscal significativo. Si bien la menor ejecución ayudó a cumplir con la regla fiscal en 2024, la caída en el recaudo y la reducción de la inversión dejan un panorama incierto para la economía y la provisión de bienes y servicios públicos.

Desde el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, hacemos un llamado a mejorar la gestión del gasto público y a garantizar que los recursos lleguen a donde más se necesitan. En nuestro más reciente informe podrá conocer nuestro análisis completo sobre cómo se desempeñó el gobierno en la ejecución del presupuesto del año pasado.