Debido a la existencia de cláusulas de confidencialidad exigidas por las farmacéuticas, el Gobierno nacional no puede contarle a la ciudadanía los costos asumidos para la adquisición de vacunas.
Es mejor tener vacunas con confidencialidad que no tenerlas. Sin embargo, estos no son los únicos recursos públicos empleados en el plan de vacunación y, aunque el Gobierno podría exponer alguna información detallada, no lo ha hecho.
En el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana hicimos una nueva revisión del avance en los ritmos de gasto del Estado colombiano respecto a la adquisición de vacunas para el covid-19. Encontramos nuevos gastos que, sin embargo, no se están reportando en tiempo real, y dificultan hacer una evaluación global sobre el avance de un proceso de especial interés para la opinión pública.
Comencemos recordando cómo se han centralizado los recursos para atender la pandemia. El Gobierno nacional ha centralizado el dinero en el Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME), administrado por el Ministerio de Hacienda. Los recursos de este fondo se pueden desembolsar de dos formas: pueden ser ejecutados directamente por ese Ministerio o se pueden trasladar hacia las demás entidades del orden nacional. Los compromisos de todas las entidades del orden nacional destinados a la atención de la emergencia –incluidos los realizados por Hacienda– se registran en el Portal de Transparencia Económica. Por su parte, los traslados de recursos se listan en el portal Presupuesto Covid - 19. Los dos portales están a cargo de Minhacienda.
Tener en mente este proceso es importante para entender el resto de la siguiente historia.
La entidad encargada de adquirir las vacunas es la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que está adscrita a la Presidencia de la República. Esto implica que primero hay que trasladar la plata a la Presidencia. Así, aunque no es posible conocer el detalle de los recursos empleados en el proceso de compra, mirando el contenido de cada resolución sí se puede saber cuánta plata se trasladó.
El nueve de febrero de 2020 publicamos una entrada titulada ¿Cuánta plata hemos invertido en vacunas? en la que caracterizamos todos los recursos destinados hasta entonces en la adquisición de vacunas. Los datos son estos:
Fuente: Ministerio de Hacienda y Crédito Público - Elaborado por el Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana.
En total, el Estado colombiano ha destinado un poco más de $3 billones de pesos en la adquisición de seis vacunas -unos $60 mil pesos por colombiano-. Estas cifras no solo cubren los recursos pagados a las farmacéuticas, sino que podrían incluir la logística y demás procesos operativos.
¿Cuánto se paga por dosis? ¿Cuánto vale el traslado? ¿Hay costos asociados a la preservación de las vacunas? ¿Cuántas vacunas se le comprarán a cada compañía u organización? A partir de la información disponible no se puede identificar la distribución de estos recursos entre los rubros que implica todo el proceso.
Las declaraciones oficiales de funcionarios del Gobierno nacional permiten aproximarse a saber cuántas vacunas se planea traer al país. El Proyecto DIME (Decisiones informadas sobre medicamentos de alto impacto financiero) hizo una investigación al respecto. La única resolución que detalla el precio de la vacuna adquirida es la Resolución 2327, en la que se expone que se pagarán $12 USD por cada vacuna de Pfizer.
Sigamos analizando las resoluciones. Desde la segunda semana de febrero el Gobierno nacional ha expedido dos resoluciones adicionales relacionadas con el Plan Nacional de Vacunación: la Resolución 338 de 2021 y la Resolución 339 de 2021, ambas del 12 de febrero. En la Resolución 338 se trasladaron $525 millones al Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones exteriores para “la contratación del transporte internacional de 192.000 dosis de vacunas del laboratorio SINOVAC, desde la República Popular China a Colombia, la nacionalización y el servicio de transporte terrestre de la mercancía”.
Y en la Resolución 339 se trasladaron $668.925´343.074 pesos a la UNGRD para el “pago del procedimiento de aplicación de la vacuna contra el COVID -19, y adelantar las acciones de seguimiento y verificación por parte de las EPS en el marco del Plan Nacional de Vacunación contra el COVID - 19”.
Ninguna de las resoluciones detalla el destino de los recursos más allá de las anteriores citas.
En el Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores sólo se reporta un compromiso por $316 millones con DHL Global Forwarding Colombia S.A.S. para la “contratación del transporte internacional de 192.000 dosis de vacunas del laboratorio Sinovac desde la República de China, la nacionalización y el servicio del transporte de las mercancías”. Ese compromiso se registró en el Portal de Transparencia Económica el viernes 26 de febrero. Sin embargo, este no aparece en los registros del Sistema Electrónico para la Contratación Pública (SECOP) -que es el medio de información oficial de toda la contratación que se hace con recursos públicos- entre el 25 y 27 de febrero.
Adicionalmente, en el Portal de Transparencia Económica no hay un enlace que permita acceder al documento firmado para conocer su detalle.
¿Y la plata que se le trasladó a la UNGRD? En el Portal de Transparencia Económica solo se registran tres compromisos adquiridos por esa entidad para la atención de la emergencia durante 2021. Se trata de los compromisos 2421 del 27 de enero; 2721 del 29 de enero; y 3921 del 15 de febrero. Estos suman $2,2 billones de pesos y fueron adquiridos con la Fiduciaria La Previsora S.A., que es la entidad encargada legalmente de ejecutar estos recursos. La información disponible no permite conocer el destino específico de los recursos, peso por peso.
Llama la atención que no hay registros de compromisos en el PTE por parte de la UNGRD luego de la Resolución 339 del 2021, donde -como señalamos antes- se trasladaron $668.925´343.074 para el procedimiento de vacunación que ya está en marcha en todo el territorio nacional. En el portal de gastos de la página oficial de la entidad tampoco se ha reportado algo sobre estos recursos.
Un detalle adicional impide hacerle seguimiento a la plata: actualmente, no es posible estudiar el registro histórico de los gastos debido a que desde mediados de enero en el Portal de Transparencia Económica solo está disponible la información de los compromisos adquiridos durante este año. Mejor dicho: desde la página de inicio del portal ya no se puede acceder a los compromisos adquiridos en 2020.
Ciertamente, es mejor tener vacunas con confidencialidad que no tenerlas. Sin embargo -respetando siempre los compromisos contractuales adquiridos- es posible, y necesario, contarles a los ciudadanos cómo avanzan las inversiones y movimientos en torno a un tema que concentra la atención nacional. El ejercicio que hemos descrito así lo demuestra.
La transparencia en el gasto de los recursos públicos de todos los colombianos, también, es mejor tenerla que no tenerla.
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