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Observatorio Fiscal

No a la tributación sin representación política


Este es el texto de la intervención de Luis Carlos Reyes Hernández, director del Observatorio Fiscal, durante el evento de lanzamiento del Observatorio.

“No a a la tributación sin representación política” “No a a la tributación sin representación política” “No taxation without representation”: esta fue la consigna del movimiento independentista de los Estados Unidos, el primer país del continente en independizarse de la metrópoli europea. Cuando la corona inglesa decidió imponerles a sus colonias aranceles al azúcar y otros productos, los colonos protestaron de manera enérgica al verse gravados sin haber consentido a ello. En las palabras del líder revolucionario Samuel Adams,

“Si se nos imponen tributos de la clase que sea sin que hayamos tenido representación legal en la asamblea que nos los impone”, “se nos está reduciendo de sujetos libres al estado miserable de esclavos tributarios”

La insistencia del rey Jorge IV y del parlamento británico en crear nuevos impuestos sin concederles a las colonias la representación en el parlamento llevó a al guerra de independencia de los Estados Unidos. Desde aquel entonces, este principio de que no puede haber tributación sin representación se difundió entre los movimientos democráticos de todo el mundo. Hoy en día es la única justificación aceptada en las sociedades libres para crear nuevos impuestos: los impuestos los tienen que crear legislaturas elegidas por voto popular.

Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde aquel entonces. En el siglo XVIII los impuestos eran pocos y eran fáciles de entender: en su gran mayoría se trataba de aranceles al comercio internacional o de impuestos a productos muy puntuales.

Hoy en día la complejidad de la tributación en todo el mundo es tal que a Samuel Adams lo habría dejado sin palabras. El estatuto tributario en Colombia, por ejemplo, es tan largo como la versión completa de Don Quijote de la Mancha. Pero además, a diferencia del español del siglo XVII, el español del estatuto tributario sí que es difícil de entender.

¿De qué nos sirve tener representación política en el congreso si la gran mayoría de nosotros no entiende los tributos que ese congreso nos impone? La verdad es que no nos sirve de mucho.

Por eso nos complace tener con nosotros hoy a Len Burman del Tax Policy Center y a Chuck Marr del Center on Budget Policy and Priorities. Len y Chuck representan una tradición popular y democrática universal. Ante las complejidades de la tributación moderna, el Centro de Política Tributaria y el Centro de Prioridades y Políticas Presupuestarias han respondido con lenguaje claro y con democratización de la información. La tarea ha sido enorme: si el estatuto tributario colombiano es tan extenso como el Quijote, el estadounidense es tan largo, según nuestros cálculos, como cuatro Quijotes. Pero ellos no han cejado en su empeño porque lo que hacen es indispensable para una verdadera democracia.

“No a la tributación sin representación”: esta consigna hoy en día se traduce en decirle “no” al voto desinformado.

Decir “no a la tributación sin representación” también implica, para los profesionales que por nuestro trabajo estudiamos asuntos tributarios y del gasto gubernamental, estar dispuestos a aportar nuestros conocimientos y nuestra experiencia a la totalidad del electorado. Una democracia desinformada no es democracia, y la información sólo se puede democratizar hablando en lenguaje claro y asequible a los no especialistas.

Por esta razón los hemos invitado esta noche. la Universidad Javeriana ha creado el Observatorio Fiscal en el marco de la Planeación Universitaria para estos años de postconflicto que comienzan, en los cuales la consolidación de la democracia colombiana y la lucha contra la corrupción son retos nacionales a cuya solución queremos contribuir.

La misión del Observatorio Fiscal es democratizar la información sobre las finanzas públicas en Colombia; es decirle en nuestro contexto nacional no a la tributación sin representación. Es decirle también no al gasto sin representación política efectiva. Queremos que la ciudadanía pueda combatir la corrupción y el desperdicio de los recursos públicos a través del voto informado y el activismo civil.

Queremos aportar información objetiva e imparcial para el debate político. Vamos a analizar las propuestas de reforma tributaria y gasto público en el país, vengan del gobierno, de parlamentarios individuales o de candidatos a cargos de elección pública.

Queremos ser una fuente de información veraz para todos, independientemente de sus posiciones políticas.

El Artículo 363 de la Constitución política de nuestro país establece que “El sistema tributario se funda en los principios de equidad, eficiencia y progresividad”. Un componente esencial de nuestra misión es contarle al público qué propuestas políticas propenden hacia estos fines, y cuáles nos alejan de la meta que nos hemos propuesto como país.

Vamos a evaluar la eficiencia de las propuestas tributarias. Es decir, vamos a analizarlas y a informarle al público si los impuestos ayudan al crecimiento económico, o si lo impiden.

Vamos a evaluar la equidad y la progresividad de los impuestos. Un régimen tributario progresivo es aquel en el cual los más afortunados asumen una responsabilidad de solidaridad social y contribuyen un mayor porcentaje de sus ingresos al fisco que los más necesitados.

En la última reforma tributaria, por ejemplo, se eliminó el impuesto a la riqueza, que afecta a unos pocos, y se mantuvo el cuatro por mil. Si bien ambos impuestos contribuían más o menos lo mismo a las arcas del Estado, el que sobrevivió fue el cuatro por mil, que afecta más fuertemente a los asalariados. Nuestro papel consiste en que este tipo de cambios no se hagan sin una amplia discusión pública acerca de si nos llevan o no al tipo de sociedad que queremos tener.

El Observatorio también existe con el propósito explícito de acercarse y apoyar a los medios de comunicación. Con frecuencia los académicos se alejan del día a día del discurso público. Nuestros debates avanzan con rigor, pero a un paso distinto del de la política pública. La meta del Observatorio Fiscal es cambiar esta dinámica. Queremos que la información académica más confiable que haya esté a disposición de los medios en el momento en que se necesita para informar al debate nacional. Queremos que la información nunca vuelva a llegar demasiado tarde. Les agradecemos, por tanto, a los medios que se han acercado a nosotros desde ya, y esperamos poder consolidar una estrecha relación de trabajo.

Por último, además de organizar conferencias y foros como este, el Observatorio buscará comunicarse directamente con la ciudadanía a través de su presencia en redes sociales y otros nuevos medios de comunicación. Para esto hemos puesto a su disposición una página web: www.ofiscal.org.

Por lo pronto, en la página encontrarán tres cosas. La primera es una guía ciudadana al estatuto tributario. Es ciudadana porque está escrita para no especialistas. Está también una guía al presupuesto nacional. Estas guías estarán en un proceso permanente de actualización y ampliación. Tenemos también un blog que contará con contribuciones de expertos en materia fiscal que se le apunten a escribir posts de divulgación que puedan ser comprendidos por un público amplio. Empezaremos con entregas los martes y jueves analizando una a una las propuestas tributarias de los candidatos presidenciales.

Los invitamos además a que se conecten con nosotros a través de nuestra página web para enviarnos las preguntas que tengan sobre materia fiscal, y especialmente aquellas de las cuales dependa su voto en las elecciones presidenciales. Nos comprometemos a responderlas en nuestro blog dejando de lado las preferencias políticas que tengan individualmente los miembros del observatorio, porque más que creer en la capacidad de los políticos para arreglar el país, creemos en el poder transformador de una ciudadanía informada.

Hay además un cuarto producto en el cual aún estamos trabajando, tanto o más importante que los anteriores. Para entregárselo al público requeriremos la colaboración de muchos de los aquí presentes y de las instituciones que representan. Se trata de el primer modelo público de microsimulación tributaria del país. Colombia cuenta ya con análisis juiciosos de si una reforma tributaria dada puede llevar el recaudo a los niveles requeridos por el gasto gubernamental. Pero estamos crudos a la hora de cuantificar el efecto de las reformas tributarias sobre la distribución del ingreso. Sí, todos sabemos que subir el IVA les pega duro a los más necesitados – ¿pero sabemos hasta qué punto los bienes exentos de IVA alivian su carga tributaria? O, por ejemplo, cuando se crean exenciones tributarias para apoyar a las empresas, ¿se apoya a los emprendedores de clase media, o se concentran los beneficios tributarios en los grupos económicos ya establecidos? La verdad es que muchos sospechan muchas cosas, pero no tenemos estimaciones rigurosas e imparciales.

Para completar el modelo de microsimulación tributaria se necesitan muestras – debidamente anonimizadas y respetuosas de la reserva tributaria – de las declaraciones de renta de personas naturales y jurídicas; se necesitan encuestas de consumo frecuentes, precisas y actualizadas para entender cómo afecta el IVA a los ciudadanos de distintos estratos y de distintas regiones; y se necesita también una contabilidad nacional desagregada por programas y por municipios para entender hasta qué punto el gasto progresivo contrarresta a los impuestos regresivos.

Se necesitan también organizaciones aliadas con interés en el bienestar de distintos grupos sociales que trabajen conjuntamente con nosotros para promover mejores políticas públicas. Un excelente ejemplo de cómo funcionan estas colaboraciones nos lo han dado nuestros invitados Chuck y Len: el Tax Policy Center se enfoca en la microsimulación tributaria mientras que el CBPP se especializa en los aspectos legislativos que conlleva el poner en práctica las recomendaciones de política pública derivadas del modelo computacional. Estas organizaciones son en más de una manera modelos a seguir.

Cierro entonces agradeciéndoles de nuevo a nuestros invitados el haber venido desde Washington a Bogotá. Y quiero darles las gracias a todos los que han contribuido a este esfuerzo. Está en primer lugar César Ferrari, cofundador del observatorio, peruano e italiano que parece estar dispuesto a seguir haciendo méritos para ganarse la ciudadanía colombiana honoris causa. También le agradezco a mi amigo Jeff Brown, director tecnológico del Observatorio, quien se demoró menos en aceptar venir a Colombia como miembro fundador de esta organización de lo que nos demoramos en proponérselo. Gracias a David Suárez, asesor tributario del Observatorio, quien reconoce abiertamente que de noche tiene pesadillas sobre impuestos antitécnicos y se levanta pensando en exenciones tributarias, y quien nos transmite a todos ese mismo entusiasmo. Gracias a Lilia Salgado por su invaluable apoyo administrativo. Y gracias totales a María Fernanda Gómez, asesora de presupuesto nacional del observatorio, quien además de escribir la guía ciudadana al presupuesto coordinó este evento, la realización de nuestra página web y mil cosas más.

Hay muchas personas que, con o sin razón, piensan que buscar la transformación de la sociedad y las instituciones es como luchar contra molinos de viento. Estar rodeado de gente a la que eso le trae sin cuidado es un privilegio.

Muchas gracias.

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